domingo, 16 de noviembre de 2008

ESCRITO DE FUNAKOSHI SOBRE SU MAESTRO

Azato Ankoh: Una breve historia sobre mi Maestro por Funakoshi Gichin
Nota del editor: Este artículo son varios pasajes de un nuevo libro, "Karate-do Tanpenshu", una colección y nuevas traducciones al inglés de antiguos escritos de Funakoshi, fotos históricas y otro material compilado y traducido por Patrick y Yuriko McCarthy. Los artículos originales de Funakoshi fueron escritos en 1934 para Keio Gijuku Taiiku-kia Karate Bu Kaiho.

Parte 1: Los días de escuela y Artes Marciales de Azato
Los días de escuela
Mi Maestro, Azato Ankoh, poseía un rango honorable equiparable al de un Daimyo de bajo rango en la sociedad japonesa. A pesar de ser su nombre propio Ankoh, usaba el seudónimo "Rinkakusai" cuando firmaba la plétora de composiciones literarias que escribía. Desde su juventud, se había hecho referencia a Azato como el "niño prodigio" porque sobresalía tanto en las tradiciones guerreras como en los estudios literarios. Por la época en la que el Reino Ryukyu fue abolido, Azato era un político de renombre que sostenía el cargo de Ministro de Estado.
Contemporáneo de Itosu Ankoh, Azato era más que su apreciado colega; eran también muy buenos amigos. Responsable de liderar el movimiento que introdujo la tradición defensiva en el sistema de la escuela pública, Itosu tuvo un impacto tan enorme en la dirección y el crecimiento del Karate que incluso los niños de la zona conocían su reputación. De hecho, Azato e Itosu eran ambos considerados hermanos Bushi, y respetados como tales.
Juntos, Azato e Itosu habían estudiado diligentemente las Artes Marciales bajo la estricta tutela de Matsumura Sokon. Defensor de los métodos chinos, la exigente instrucción siempre se llevaba a cabo muy temprano, antes del amanecer y hasta la salida del sol, sin cambios ni contemplación de vacaciones. Durante esa época Azato Sensei estaba también estudiando en la Escuela Nacional donde no había quien lo igualase. En concreto, en el estudio de los Clásicos Chinos, Azato era el estudiante de honor y recibió una beca que superaba el valor de sus clases.
Como tenía una relación muy cercana con su primer hijo, al Sensei yo le gustaba mucho, y fue en muchos aspectos como un segundo padre. Además, siempre fue muy franco conmigo. Recuerdo una vez que me comentó lo duro que resultaba enseñar a su propio hijo. Citando un proverbio confuciano que describía las dificultades asociadas a un padre que entrena a su propio hijo, el Sensei manifestó que enseñar a otos chicos permitía una mayor objetividad. "Ahora, yo te enseñaré a ti..."- me dijo -"... en el futuro, por favor imparte ese aprendizaje a tu amigo, mi hijo". Me sentí honrado, y humildemente obedecí.
Las Artes Marciales de Azato
Durante la juventud de mi Maestro, pocos entusiastas de las Artes Marciales podían permitirse el equipamiento de entrenamiento suplementario que hoy en día se asocia comúnmente a la práctica. Sin embargo, Azato era una excepción, como pertenecía a una familia rica y con posición social, podía permitirse esas cosas. De hecho, su casa prácticamente parecía una gran instalación de entrenamiento. Makiwaras tanto de pie como colgados se encontraban situados en varias habitaciones de la residencia de Azato, junto con otro equipamiento de entrenamiento, que incluía palos de madera y espadas de varias configuraciones, un "hombre de madera" (un poste con brazos y a veces piernas de madera a menudo asociado al Kung Fu chino), pesos de piedra, bolas de hierro para el desarrollo de la fuerza de agarre, escudo y machete, mayal (nunchaku), cachiporras de hierro (probablemente sais), e incluso un caballo de madera para la práctica de equitación y tiro con arco. El Maestro Azato había creado un entorno de vida en el que podía entrenar a cualquier hora y en cualquier lugar que le apeteciera.
Sobresalente en varias Artes Marciales, a Sensei le gustaba particularmente la equitación, la cual estudió con Megata Sensei, el entrenador del propio Emperador Meiji. Sensei aparentemente decidió seguir la tutela de Megata porque el estilo de éste era ese moderno que estaba siendo introducido desde el oeste, atractivo para alguien fornido como Azato. La primera vez que el Maestro Azato vio a Megata éste estaba dando clase a unos pocos estudiantes al lado de la puerta del Emperador de Hirakawa. Megata advirtió que Sensei quería probar la nueva montura pero era demasiado modesto para decirlo, así que fue el entrenador el que le pidió que lo intentara. Con un poco de persuasión, Sensei finalmente aceptó y fue aplaudido por Megata por su brillante ejecución y dominio de las riendas. Yo creo que Azato era un ejemplo perfecto de la expresión "Aquel que destaca en una cosa puede destacar en lo que sea".
A Sensei también le gustaba el tiro con arco y estudió diligentemente con el Maestro Sekiguchi, y como su profesor (Matsumura Sokon) antes que él, Azato también estudió el estilo Jigen de esgrima directamente con el célebre instructor japonés Ishuin Yashichiro. Sin embrago, entre todas las disciplinas de combate, era la esgrima del estilo Jigen la predilecta de Sensei. Recuerdo que cuando Sensei se entusiasmaba solía decirme, "Estoy listo para competir cuando sea si el oponente es serio". En mi opinión, Sensei era inigualable en Karate, pero a juzgar por su preocupación hacia la escuela Jigen, su verdadera pasión era la esgrima.
Aún arriesgándome a parecer presuntuoso, me gustaría presentar un par de anécdotas sobre el Karate del Maestro Azato con las cuales estoy particularmente familiarizado. Una noche un ladrón entró en la residencia de Sensei, aparentemente sin saber quién vivía allí. Si el ladrón hubiera sabido que era la casa de Azato jamás habría entrado. Despertado por los ruidos, Sensei se dió cuenta de que alguien había irrumpido en la casa y saltó de la cama para atrapar al intruso. Enfrentado cara a cara con el perpetrador en el salón, sólo llevó un instante advertir que, a pesar de doblar a aquel hombre en tamaño, Sensei era incapaz de apresarle. Moviéndose con la agilidad de un gimnasta, el hombre prácticamente saltó de un mueble, fuera de la ventana, sobre el muro que rodeaba la casa y sobre el tejado de la casa de al lado. Sensei lo persiguió pero no le sirvió de nada, ya que el hombre escapó sin dejar rastro. Más tarde Sensei supo que un hombre bien conocido por poner a prueba las habilidades de aquellos considerados expertos había organizado el incidente. Cosas así a menudo sucedían durante el viejo reino Ryukyu de Okinawa.
Un día Sensei y su buen amigo, Itosu Ankoh, se vieron confrontados por una pequeña multitud de 20 ó 30 jóvenes. En severa desventaja y en una ubicación poco complaciente, los dos decidieron salir corriendo, refugiándose en una casa de las cercanías. Al menos allí podrían esperar hasta que la multitud decidiera dispersarse y marcharse, o enfrentarse a ellos en una situación más igualada. Nerviosos y decididos a pelear, los jóvenes rodearon la casa como abejas en una colmena. Durante el asalto a la casa Azato saltó fuera a través de una ventana y sorprendió a los matones cuando empezó a despacharlos. Entablando combate con la cuadrilla al otro lado de la casa, el Maestro Itosu fue capaz rápidamente de desalentar a cualquier otro de continuar actuando de forma estúpida.
A pesar de utilizar un único golpe contra cada uno de los matones a los que se enfrentó, la defensa de Azato fue brutalmente efectiva, dejando a algunos de los jóvenes ofensores seriamente heridos. En contraposición a la confrontación de Azato, Itosu dejó más víctimas en la parte trasera de la casa, pero ninguna herida de gravedad. Mediante esta anécdota uno puede ser capaz de entender mejor las distintas formas en las que dos expertos puede que manejen la misma situación de peligro.
El señor Azato era bien conocido por su increíble fuerza. Cuando tenía tan solo 17 años fue andando hasta su casa desde Kyozuka, una distancia de 4 Km., llevando dos grandes piedras de más de 30 Kg. cada una sobre los hombros. Semejantes pruebas de fuerza a menudo se daban a la luz de la luna en los caminos de la vieja Okinawa, cuando los hombres jóvenes buscaban forjarse una reputación realizando varias hazañas de fuerza y valentía. Sensei era uno de aquellos hombres y su magnífica reputación en cuanto a fuerza y técnica le hicieron ganarse tanto respeto que se referían a él llamándole Bushi Azato.
Parte 2: Los hombros de dos alturas de Kanna, la fuerza política de Azato y la lección en la aldea de Azato
Los hombros de dos alturas de Kanna
Un buen amigo mío, llamado Shoko, me contó la historia de Kanna Yoshin. La historia de Yoshin resulta bastante familiar a aquellos educados en los clásicos chinos o japoneses. "Bun Bu Ryo Do" es un viejo probervio entendido por todos los artistas marciales que ilustra la importancia de combinar entranamiento físico con el desarrollo del intelecto para poder dominar las Artes Marciales, y describe acertadamente la clase de persona que era Kanna Yoshin.
Su dedicación al entrenamiento y estudio no tenía precedentes, y tenía una gran complexión atlética. Los músculos de sus brazos, hombros y cuello eran prácticamente del tamaño de un edificio de dos alturas. De ahí que le pusieran el apodo "Kanna hombros-dos-alturas".
Al igual que Azato, a Kanna también le encantaba la esgrima. Sin embargo, a pesar de su destreza física nunca pudo derrotar a Azato Sensei, aunque lo intentó en varias ocasiones. Kanna estaba extremadamente decepcionado de sí mismo, ya que nunca parecía poder sacar lo mejor de Azato, a pesar de intensificar su entrenamiento. Realmente, no fue la habilidad física de Kanna lo que le impidió vencer a Azato, sino más bien su modo de pensar y la habilidad única de mi Maestro para adivinar un ataque y destruirlo en su progresión.
Recuerdo a Sensei hablándome sobre esas cuestiones y la importancia que le daba a la estrategia para vencer a cualquier adversario. "Desde el punto de vista de las Artes Marciales, uno debe estudiar tres elementos independientes para desarrollar una especie de clarividencia para juzgar el carácter de una persona.", me dijo Sensei.
El primero es "Man" (pronunciación japonesa), que significa "cumplir/realizar/satisfacer". El segundo es "Soon", que significa una corta medida de distancia. El tercero es "Etsu", que significa "superar" o "ir más allá". Como en el primer ejemplo de "Man", Kanna era el típico que rinde más de lo esperado y su carácter demasiado seguro de sí mimso así lo revelaba. "Por lo tanto,"- dijo Sensei -" si uno es capaz de evaluar correctamente la condición de su oponente, entonces es simplemente cuestión de dirigirse a su debilidad". En el caso de los contínuos intentos de Kanna por derrotar a Azato, eso es exactamente lo que él hizo. Azato simplemente utilizó "Soon" y "Etsu" para superar el "Man" de Kanna.
"En realidad,"- me dijo Sensei -"no importa si es esgrima o Karate, los principios del enfrentamiento en combate son los mismos, pase lo que pase. Por ejemplo, si yo habro una apertura a propósito en un intento de engañar a mi oponente, lo más probable es que éste intentará atacar el hueco. Esperando tal cosa, yo puedo aprovecharme de su movimiento y superar su debilidad."
La fuerza política de Azato
Como mencioné anteriormente, mi Maestro era un típico guerrero erudito del Reino Ryukyu e hizo una gran contribución a la cultura de Okinawa. Además de su habilidad en las Artes Marciales, era una de las dos bien conocidas figuras políticas de su época. Su homólogo era un hombre llamado Ishado Seiei. A juzgar por su estrecha relación con varias celebridades y los políticos más importantes de Japón, incluyendo al propio Primer Ministro, Azato era inteligente y tan hábil como ellos, y era influyente.
Después de que Japón hiciera la transición de feudalismo a democracia, y Okinawa se convirtiera oficialmente en parte del Imperio Japonés, mucha de la confusión y el descontento social sobre la asimilación cultural se dejó en manos de hombres como Azato e Ishado.
Con las fuerzas políticas cambiando radicalmente en Okinawa después de la guerra Sino-Japonesa de 1894/95, la movilidad social de Azato reforzó tanto la fundación como la dirección de su campaña. Fue en ese tiempo cuando Su Excelencia, el Marqués Sho, buscó el consejo y la asistencia política de hombres como Azato e Ishado con el propósito de reforzar la economía y la moral de la sociedad de Okinawa.
Apoyando al Marqués, los esfuerzos colectivos de Azato e Ishado dejaron una fundación política sobre la que se estableció el Kodokai (el precursor del actual govierno parlamentario de Okinawa).
Durante la Restauración Meiji, una época de gran cambio político en Japón, la reforma del Kodokai apoyaba implícitamente la política japonesa y buscó facilitar su movimiento en Okinawa. Entre los muchos cambios sociales estaba la abolición del Chongmage (estilo de peinado con moño). A pesar de la oposición de algunos, esa reforma tuvo éxito en gran parte por el extenso apoyo del Kodokai.
Durante esa época la familia real de Okinawa había sido trasladada al Kojimachi de Tokyo, cerca de Yotsuya. No obstante, por su habilidad administrativa el Maestro Azato permaneció al frente de la fuerza política en Okinawa hasta que se jubiló. Azato era realmente considerado un héroe local por muchos.
La lección en la aldea de Azato
Un viejo dicho sostiene que a la gente de bajo rango le gusta copiar las acciones de aquellos de rango superior. Durante los tiempos de Azato había en su aldea un grupo de valientes jóvenes con escaso o nulo sentido de la moral. A menudo disfrutaban alardeando, y en ocasiones incluso se metían con transeúntes débiles o indefensos por las noches. Como consecuencia, el pueblo de Azato adquirió una reputación terrible por violencia injustificada.
Consciente de esta situación, Azato Sensei decidió remediar el problema y pensó en un plan. Cambiando de ropa para parecer un plebeyo, una noche ya tarde salió a pasear por el pueblo. Como era de esperar, no había pasado mucho tiempo desde que entrara en el distrito del pueblo cuando una persona surgió del resguardo de la noche y le atacó sin previo aviso o porovocación. Sin intención de herir mortalmente a aquel hombre, Sensei lo derribó con un único golpe a la cabeza.
A la mañana siguiente Sensei pidió al jefe de la aldea que rápidamente reuniera a todo el mundo en el centro del pueblo. Con curiosidad, todo el mundo se congregó para ver de qué iba toda aquella conmoción. Todo el mundo apareció excepto un joven. Sensei preguntó por qué el joven no estaba presente, y le dijeron que estaba enfermo. Asumiendo que el hombre enfermo era el inculpado, Sensei envió su palanquín privado (medio de transporte símbolo de estatus social: asiento de madera cubierto montado sobre postes que puede ser llevado a hombros de dos o cuatro hombres) para ir a buscarlo. Pronto llegó el joven en el palanquín con la cara recién vendada.
Delante de todos los aldeanos, Sensei le preguntó qué le había pasado. Incapaz de levantar la cabeza por el dolor, el hombre murmuró, "Anoche estaba borracho y me caí en la zanja". Indignado, Sensei le gritó al tipo, "No me mientas chico, dime la verdad o de lo contrario...". Finalmente el joven confesó el asalto e imploró perdón.
Sensei públicamente contó a los aldeanos que, en un intento por librar al distrito de su terrible reputación, él mismo había salido en busca de la banda y había sido atacado por el hombre en cuestión. "Era yo,"- dijo Sensei al hombre -"fui yo el que te dejó sin sentido anoche".
Después de la lección de Azato de aquel día en el pueblo en el distrito volvió a ser seguro viajar por la noche y a la larga recuperó su reputación como vecindario seguro y tranquilo.
A pesar de las innumerables anécdotas que rodean a Azato Sensei, creo que he escrito suficiente por ahora. Algo que no obstante me gustaría decir es que el Maestro Azato tenía en mente escribir un manual de entrenamiento sobre Artes Marciales cuando se retiró del servicio público. Lamentablemente, falleció antes de empezar ese proyecto. En la humilde opinión del que escribe, el mundo de las Artes Marciales sufre enormemente al no tener el trabajo de Azato Ankoh.
Sensei solía decir que, "El propósito de las Artes Marciales no es simplemente construir un cuerpo fuerte y sano, sino también educar la mente y forjar el espíritu. Las Artes Marciales buscan el desarrollo del cuerpo, la mejora del carácter y encontrar la armonía interna. Pero es algo que no se puede garantizar.".
Entre sus libros favoritos estaban "El arte de la guerra" de Sun Tsu y "Las seis estrategias de guerra", el "Tao Te Ching" de Lao Tse y "San Lue", "Wei Ryao Zi", "Su Ma Fa" y "Tang Ling Wen Dui". El Maestro Azato creía que "El arte de la guerra" era la Biblia para todos los artistas marciales. Siempre que me viene a la mente el hecho de que Sensei no publicó su conocimiento, filosofía y aplicación para las generaciones futuras, no puedo sino sentirme vacío.

Este escrito ha sido copiado de la pagina shotokankaratedo.es de Víctor López Bondía , el cual tradujo al castellano dicho articulo con la autorización de Patrick McCarthy.

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